Los números turísticos de Grecia están en auge, y muchos residentes y autoridades locales están
preocupados por los efectos secundarios del turismo masivo. Santorini, uno de los destinos más
icónicos del mundo, está lidiando con las consecuencias de su propia popularidad.
El aumento del turismo está reduciendo la calidad de vida de los residentes, transformando el
encanto natural de la isla en un “monstruo”, según algunos locales. Mientras Grecia se prepara
para un récord turístico este año, Santorini podría convertirse en un ejemplo para otros destinos
que enfrentan desafíos similares.